domingo, 30 de agosto de 2015

El Desfile Nocturno

Un desfile marchando
en la noche,
mientras todos duermen
yo me acerco
a la funesta caravana
que me aleja de vosotros.

Pues ya no siento,
ya estoy hueco
con tan solo un tempano
que ahora ocupa
mi desolado pecho.

El convoy se aleja
y yo lo he de seguir,
desviando mi camino,
olvidando todo aquello
que una vez fui,
que pude ser,
pero,
que mas puedo decir?

Pedi ayuda
sin mover los labios
por dentro roto,
mi cara sonriendo.
Cansado y herido,
por un tiempo me retiro,
vagare por las calles
una vez mas.

Como antes, como siempre;
con mi sombra por delante
y susurrando al viento
nombres que pronto
tendre que olvidar.

Ciudad gris, que atenazas mi alma;
sigo caminando
al lado del rio
viendo pasar
mi vida en dos segundos.

Dicen que el tiempo
sana las heridas,
las mias se han abierto
y mi espiritu derrama
lagrimas invisibles
en el pavimento.

Un corcel me lleva ahora
lejos del camino,
libre de sus estribos,
sus cascos resonando
como un eco solitario
que no tiene respuesta.

Oscuridad, que me llamas,
y locura, se que me amas;
pronto he de maldecir
el dia en el que quise amarte
mintiendome a mi mismo
y engañando mis sentidos para,
una vez mas,
volver a ser
el que siempre he sido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario